viernes, 28 de noviembre de 2008

Gustavo gets spanked

Gustavo se sienta cada tarde a revisar su correo electrónico, algunos perfiles en sitios web para “conseguir amigos” y una que otra página porno.
Tiene una rutina perfectamente descrita para todo ello, primero el correo, luego Facebook, myspace y tagged; aunque siempre que lo hace se pregunta para qué los revisa, nunca encuentra nada nuevo o ni siquiera algo que le llegue a parecer interesante.
Sabe que sus amigos on line son los mismos de la vida real, que las mujeres que aparecen en los perfiles públicos no existen o nunca le irán a prestar atención; así que siempre termina dedicado a revisar minuciosamente las páginas porno de su preferencia, aquellas que son gratis, videos de más de 25 minutos y de tipo youtube, en los que puede adelantarse a la acción en el momento que desee, sin tener que esperar a que el video cargue completamente.
El recorrido, el de costumbre, most viewed, top10, y para rematar resently cum. Luego de esto se concentra en buscar curiosidades o novedades dentro de sus tipos de películas favoritas: teen, latina, brunette y big bangs. Pero entre estas teen, era realmente su categoría favorita, lindas jovencitas que se dejaban penetrar una a una por hombres que podían durar hasta 45 minutos sacudiéndose dentro de ellas. Muchas veces encontraba combinaciones, amateur lolita, imágenes captadas por cámaras de celulares, malos enfoques realizados por cámaras de seguridad instaladas en probadores de almacenes de ropa, college cheerleaders, barely 18, baby-sitter gets spanked y tal vez una de las mejores según su selección personal, my daughter’s friend.
Cualquier persona que viera a Gustavo disfrutar de esta completa selección de videos de cinéfilo pedófilo, podría pensar que era un hombre solitario, que al no tener ningún tipo de relación con las mujeres, habría llegado a desarrollar cierta fijación y gusto por la pornografía, pero no era así, Gustavo gozaba del privilegio que muchos otros envidiaban, la posibilidad de tener a cualquier mujer que deseara, cualquiera.
Era una historia simple y muchas veces repetida, un tipo que había sufrido el castigo del acné en su adolescencia y que aún en su rostro conservaba los rastros de su paso por esta etapa. Se había acostumbrado a estar sin alguna compañía femenina durante los dos primeros años que sufrió su acné, hasta que se dio cuenta del valor de su popularidad dependiendo en el número de mujeres con las que había logrado acostarse, asunto que lo preocupó hasta el punto de llegar a idear estrategias para poder acostarse con alguna mujer.
Lo más sencillo para él fue comenar por mujeres de su mismo tipo, aquellas que eran rechazadas por todos los demás, mujeres que habían sido rechazadas de inmediato por cualquier hombre. Empezó por el tope de lo más indeseado de todo, Erika, una mujer de su edad que ostentaba el título en mejor ortografía de todo el colegio, asistencia perfecta durante cuatro años y unos hermosos Brackets que convinaban a la perfección con sus gafas destartaladas y torcidas. No fu difícil convencerla de estar con él, a pesar de su constante miedo a acercarse a los hombres, pensó que lo mejor sería estar con alguien que ostentara su mismo nivel de popularidad. Así que ese fue el comienzo de Gustavo como gran amante, ya sabes como es, el hombre muy bien dotado por la naturaleza -no solo por tamaño y forma si no también por su habilidad con aquel miembro-; había logrado lo que muchos otros hombres envidiarían: reputación.
Cada mujer con la que estaba, quedaba tan plenamente satisfecha que corría a contarselo inmediatamente a sus amigas, quienes sin dudarlo, comenzaron a acercarse a aquel hombre, que a pesar de su rostro lleno de granos y puntos negros, garantizaba un excelente nivel como amante. Así que de una en una, Gustavo fue adquiriendo fama de gran amante, haciendo que esta fama perdurara hasta los días en los que seguía obteniendo a cualquier mujer que deseara.
Cuando estaba con ellas imaginaba que era parte de uno de los videos que tanto le gustaba ver, así que tenía un orden específico para cada cosa, primero una entrada a la sala del apartamento, una charla rápida acerca de lo que les gustaba con respecto al sexo, entonces ella debía tocarle su miembro, siempre flácido y tratar de levantarlo con la boca.
De siete a doce minutos de una buena mamada, diferentes tomas, pero la más cotante, un primerísimo plano al miembro, siempre en él, raras veces en ellas a menos que fuera en los momentos en los que con gran fuerza y destreza Gustavo lograba ponerlas a gemir y gritar hasta el cansancio. Las tomas variaban de ángulo pero ella siempre debía mirarlo a los ojos ignorando a la cámara siempre fija la mirada en él, como si estuviese rogando porque tuviera una erección, mientras él la iba desvistiendo y abriendo de par en par “that wet pussy”. Un par de nalgadas, caricias fuertes en los senos, pellizcos en los pezones y un par de chupadas al cuello y luego, su turno; se acomodaba al borde del sillón, apoyando sus rodillas en el piso, metía su cabeza entre las piernas de la mujer, succionando una y otra vez, tocando, introduciendo sus dedos, al principio uno, luego dos, hasta que pudiese meter al menos tres o cuatro. Cinco minutos más o siete cuando la mujer aparentaba estallar por la excitación producida. Y luego, la gran entrada, doggie style para empezar, la cámara enfocaba ese primer momento en el que su verga diestra ya, entraba y ellas empezaban a gemir, como si nunca lo hubieran hecho antes. De cuatro a seis minutos más por posición, y luego el gran final, uno, dos, tres, directo a la boca; “she gets her first time fuck” solía llamarlos.



To be continued...