martes, 28 de abril de 2009

para que no digas que no pienso en ti (texto creado sólo para subirlo al blog)

Un ejercicio que he estado haciendo ultimamente, sólo para tener algo que poner por estos lados, obviamente está sin editar, en proceso de terminarse y con uno que otro error de redacción.
Pdt: por si se preguntaban qué pasó con la historia de Gustavo, creo que la dejaré así ya que no me gustó de a mucho, y por los "numerosos" comentarios que recibí en el blog, parece que a mis lectores tampoco. Esta vez espero que haya un poco más de opiniones.

(título pendiente)

La primera vez que la vi fue hace poco más de dos años. Estábamos en la universidad tomando un curso de esos que se inscriben para poder completar los créditos necesarios para el semestre. Yo llevaba más de un semestre sin tener nada que ver con alguna mujer, había estado tan inmerso en mi proceso de escritor que hasta las relaciones interpersonales se volvieron extrañas y ajenas, casi que impensables para aquella época.
Como ha sido mi costumbre, ese día habría de llegar tarde a clase, empujé la puerta del salón y de inmediato me percaté que de manera extraña las sillas habían sido puestas alrededor de la mesa central del profesor, y no en filas como se acostumbraba a hacer siempre. Así que con esta formación todos podían verse a la cara y de la misma forma, verme desfilar desde la puerta hasta la única silla disponible; mientras me acercaba a ella, me di cuenta de las dos mujeres que habían al lado de la silla, una de ellas era tremendamente gorda, tanto así que me impresionó la idea de verla tratar de encajarse en el pequeño espacio que había sido diseñado para que una persona se acomodara. Aquella mujer era de todos modos aterradora e impresionante, su mórbida obesidad hacía parecer sus piernas como un solo pedazo de salchichón que salía desde su tronco y terminaban en algo que podríamos llamar pies, pero que más bien parecían unos pequeños bultos de milanesa. Esto me hizo pensar por un momento cómo sería en la cama, me la imaginé aplastándome la cadera con todo su cuerpo y mirándome seductoramente mientras recogía sus pechos caídos sobre su panza y los levantaba hasta poder besar sus pezones.
Mientras estas imágenes terminaron de recorrer mi mente en menos de tres segundos, me hallaba cerca de mi destino, allí en la silla me di cuenta que además de aquella gorda “sensual”, estaba ella; piel trigueña, no negra ni blanca, parecía tener un balance exacto, como si en su tono de piel se representara lo que todos esperamos: un equilibrio de bondad y maldad perfectamente coordinado. Sus ojos no impresionarían a nadie, pero su mirada te atrapaba en segundos. Tenía un brillo extraño, ese que percibes sólo cuando la miras de frente y te das cuenta que ella te analiza y te toma medidas por todo el cuerpo.
Su cabello, creo que era lo mejor de su rostro; rizado en espirales perfectas que caían a cada lado de su rostro haciendo que se le enmarcara y resaltara aún más su mirada. Me miró de repente, creo que se había dado cuenta que desde hacía un tiempo estaba detallándola; alzó su mirada y la dirigió justo a la mía mientras yo hacía lo propio: mirar fijamente a la gorda.
Me acomodé en la silla teniendo cuidado de no rozar con la gorda que también se había quedado mirándome fijamente, bueno, creo que a este punto todos estaban mirando esperando que yo terminara de hacer ruido con el puesto y me acomodara en el espacio que quedaba disponible.
El profesor continuó con la clase, bueno, con el discurso que tenía preparado para ese primer día. Sobre lo que se debía hacer o no en su clase, que mucho cuidado con la asistencia, que los trabajos en computador, bla, bla, bla… por mi parte me había concentrado mucho en mirar quienes estaban a mi alrededor, que como cosa rara no me sorprendería de ningún modo. Los mismos grupos de siempre, mamertos regados por cada zona del salón, viejas tontas que ni siquiera entendían por qué estaban estudiando en una universidad y no en una academia de oficios de puta sin posibilidades de triunfar.
Pero por otro lado estaba mi chica, aquella que concentrada tomaba nota muy seguido en una agenda que me desconcertó. Obviamente al hacerme a su lado comencé a suponer qué tipo de mujer era ella; de las que más abundaban allí eran las bohemias mamertas, que bien podría ser redundante pero no, son algo así como una especie que viene en combo, les fascina la literatura y creen que la poesía de Neruda y Baudelaire han sido lo mejor que se ha hecho, escuchan a Silvio y Mercedes no les parece Sosa, siempre andan con una mochila vieja y raída que muy seguramente compraron la última vez que fueron a acampar al Tayrona, si se mira en su interior se verán las pepitas de un bareto viejo o peor aún, varias patas que quedaron pendientes por fumar. Pero bien, también podría ser de las fáciles, de las que se juran vírgenes por siempre pero tienen que tener algo entre las piernas que les alegre el día y la noche. O de las que se la pasan diciendo que no hasta que están lo suficientemente borrachas; de las que les gusta estar con el tipo que tiene plata y se lo marranean con gusto, de las que se convence con cualquier discurso fácil sobre el amor y las relaciones personales; o simplemente de las que se definen como mujeres imposibles. Su belleza es natural, no es perfecta, pero lo que tiene es armónico y atractivo para todos; tiene comentarios puntuales acerca de cualquier tema, ya sea que lo conozcan o no; se mueve con gracia, te habla segura de sí misma y pareciera que siempre tiene el control de todo, es capaz de igualarse a un hombre en cualquier debate sin salir perjudicada por comentarios sexistas o peor aún inteligentes.
¿Y entonces qué pasó? La agenda era desconcertante, porque era de esas agendas que se consiguen en las librerías del centro, en las que algún librero desocupado y falto de otra entrada de dinero decide emplear sus dotes de encuadernador y crear agendas para cualquiera que pase por allí considere atractivo el ver cientos de hojas empacadas en pastas forradas de telas terciopeladas, apliques brillanticos, flores secas y algún extracto de un poema poco conocido –preferiblemente del librero o uno de sus amigos “bohemios”-.
¿Entonces habría que meterla dentro de las mamertas con tinte de bohemia? No, porque su ropa era sexy sin ser loba y mucho menos mostrarse puta.

sábado, 28 de febrero de 2009

Actualización

Buen día.
Supongo que se habrán preguntado que ha pasado con el blog y por qué no he vuelto a postear nada. Pues resulta que había estado bastante ocupado con mi trabajo, además del lanzamiento del libro "cenizas en el andén" y por último y más importante hace dos días me convertí en un orgulloso padre, así que no me queda mucho tiempo por ahora.
He de adelantarles que no he dejado de escribir, sólo que con las nuevas políticas de los concursos y editoriales en los que se pide que los textos sean totalmente inéditos, pues no he podido mostrar nada; sin embargo estoy pensando en subir textos cortos que hagan parte de ejercicios que me proponga, pero todo esto lleva un tiempo para prepararse, así que tendrán que continuar esperando un poco más para poder volver a leer algo de lo mío. Por ahora los dejo con la invitación a comprar el libro "Cenizas en el andén" antología de cuentos citadinos de la que hago parte. Para conseguirlo es fácil, me pegan una llamadita o simplemente me dejan un correo para contactarlos y listo.

Esta es la portada del libro, por si lo ven por ahí, no duden en hacerlo suyo, la verdad los textos son bastante buenos y Roberto Rubiano es quien lo prologa, así que tiene todas las garantías para ser un muy buen libro.


Por cierto, me gustaría sabr qué opinan sobre Gustavo gets spanked, he estado pensando en continuar la historia semanalmente pero primero quiero conocer los comentarios de todos para así poder enfocarme mejor en la historia que quiero hacer.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Gustavo gets spanked

Gustavo se sienta cada tarde a revisar su correo electrónico, algunos perfiles en sitios web para “conseguir amigos” y una que otra página porno.
Tiene una rutina perfectamente descrita para todo ello, primero el correo, luego Facebook, myspace y tagged; aunque siempre que lo hace se pregunta para qué los revisa, nunca encuentra nada nuevo o ni siquiera algo que le llegue a parecer interesante.
Sabe que sus amigos on line son los mismos de la vida real, que las mujeres que aparecen en los perfiles públicos no existen o nunca le irán a prestar atención; así que siempre termina dedicado a revisar minuciosamente las páginas porno de su preferencia, aquellas que son gratis, videos de más de 25 minutos y de tipo youtube, en los que puede adelantarse a la acción en el momento que desee, sin tener que esperar a que el video cargue completamente.
El recorrido, el de costumbre, most viewed, top10, y para rematar resently cum. Luego de esto se concentra en buscar curiosidades o novedades dentro de sus tipos de películas favoritas: teen, latina, brunette y big bangs. Pero entre estas teen, era realmente su categoría favorita, lindas jovencitas que se dejaban penetrar una a una por hombres que podían durar hasta 45 minutos sacudiéndose dentro de ellas. Muchas veces encontraba combinaciones, amateur lolita, imágenes captadas por cámaras de celulares, malos enfoques realizados por cámaras de seguridad instaladas en probadores de almacenes de ropa, college cheerleaders, barely 18, baby-sitter gets spanked y tal vez una de las mejores según su selección personal, my daughter’s friend.
Cualquier persona que viera a Gustavo disfrutar de esta completa selección de videos de cinéfilo pedófilo, podría pensar que era un hombre solitario, que al no tener ningún tipo de relación con las mujeres, habría llegado a desarrollar cierta fijación y gusto por la pornografía, pero no era así, Gustavo gozaba del privilegio que muchos otros envidiaban, la posibilidad de tener a cualquier mujer que deseara, cualquiera.
Era una historia simple y muchas veces repetida, un tipo que había sufrido el castigo del acné en su adolescencia y que aún en su rostro conservaba los rastros de su paso por esta etapa. Se había acostumbrado a estar sin alguna compañía femenina durante los dos primeros años que sufrió su acné, hasta que se dio cuenta del valor de su popularidad dependiendo en el número de mujeres con las que había logrado acostarse, asunto que lo preocupó hasta el punto de llegar a idear estrategias para poder acostarse con alguna mujer.
Lo más sencillo para él fue comenar por mujeres de su mismo tipo, aquellas que eran rechazadas por todos los demás, mujeres que habían sido rechazadas de inmediato por cualquier hombre. Empezó por el tope de lo más indeseado de todo, Erika, una mujer de su edad que ostentaba el título en mejor ortografía de todo el colegio, asistencia perfecta durante cuatro años y unos hermosos Brackets que convinaban a la perfección con sus gafas destartaladas y torcidas. No fu difícil convencerla de estar con él, a pesar de su constante miedo a acercarse a los hombres, pensó que lo mejor sería estar con alguien que ostentara su mismo nivel de popularidad. Así que ese fue el comienzo de Gustavo como gran amante, ya sabes como es, el hombre muy bien dotado por la naturaleza -no solo por tamaño y forma si no también por su habilidad con aquel miembro-; había logrado lo que muchos otros hombres envidiarían: reputación.
Cada mujer con la que estaba, quedaba tan plenamente satisfecha que corría a contarselo inmediatamente a sus amigas, quienes sin dudarlo, comenzaron a acercarse a aquel hombre, que a pesar de su rostro lleno de granos y puntos negros, garantizaba un excelente nivel como amante. Así que de una en una, Gustavo fue adquiriendo fama de gran amante, haciendo que esta fama perdurara hasta los días en los que seguía obteniendo a cualquier mujer que deseara.
Cuando estaba con ellas imaginaba que era parte de uno de los videos que tanto le gustaba ver, así que tenía un orden específico para cada cosa, primero una entrada a la sala del apartamento, una charla rápida acerca de lo que les gustaba con respecto al sexo, entonces ella debía tocarle su miembro, siempre flácido y tratar de levantarlo con la boca.
De siete a doce minutos de una buena mamada, diferentes tomas, pero la más cotante, un primerísimo plano al miembro, siempre en él, raras veces en ellas a menos que fuera en los momentos en los que con gran fuerza y destreza Gustavo lograba ponerlas a gemir y gritar hasta el cansancio. Las tomas variaban de ángulo pero ella siempre debía mirarlo a los ojos ignorando a la cámara siempre fija la mirada en él, como si estuviese rogando porque tuviera una erección, mientras él la iba desvistiendo y abriendo de par en par “that wet pussy”. Un par de nalgadas, caricias fuertes en los senos, pellizcos en los pezones y un par de chupadas al cuello y luego, su turno; se acomodaba al borde del sillón, apoyando sus rodillas en el piso, metía su cabeza entre las piernas de la mujer, succionando una y otra vez, tocando, introduciendo sus dedos, al principio uno, luego dos, hasta que pudiese meter al menos tres o cuatro. Cinco minutos más o siete cuando la mujer aparentaba estallar por la excitación producida. Y luego, la gran entrada, doggie style para empezar, la cámara enfocaba ese primer momento en el que su verga diestra ya, entraba y ellas empezaban a gemir, como si nunca lo hubieran hecho antes. De cuatro a seis minutos más por posición, y luego el gran final, uno, dos, tres, directo a la boca; “she gets her first time fuck” solía llamarlos.



To be continued...

lunes, 27 de octubre de 2008

MISA DE GALLO

Basado en un cuento original de Joaquim Machado de Assis, adaptado por Frank Jiménez Guerrero


Para Santiago.


Hacía poco había llegado de mi pueblo, recién terminaba mis estudios en la escuela y aquella familia, se había ofrecido a hospedarme mientras me ubicaba en la ciudad antes de iniciar los estudios en la universidad. Ellos conformaban una familia un poco más que reducida apenas para llamarse así; el señor Molano, dueño de la casa, tenía una mujer con la que se había casado luego de enviudar.
La nueva señora Molano era una mujer jóven en comparación a su marido, quien casi podría ser su abuelo, acostumbrada a vivir muy cómodamente con aquel hombre gracias a los lujos que su puesto como escribano le brindaban.

Decidí que era mejor pasar la noche despierto y no tratar de levantarme antes de la hora acordada para ir a despertar a mi vecino, y luego asistir a la ceremonia que tanto me llamaba la atención; más por sus asistentes y la elegancia que debía tener que por otras razones. Así que a eso de las nueve treinta según me pareció, ya que allí el único reloj que había era uno hecho en madera gruesa y oscura, con un péndulo largo y números plateados, que colgaba de la pared central en la sala de la casa. Salí de mi habitación hacia donde se encontraba la péndula para dedicarme a leer y así mismo estar despierto y pendiente de la hora. Cuando llegué al sitio me sorprendió sobre todo la inmensidad que aparentaba en medio de la noche, sin el normal ajetreo de las personas que acostumbraban a visitar al señor escribano.

Me senté pues en el sillón que se ubicaba exactamente frente al reloj, que cadencialmente marcaba los segundos con su ondulación constante. Tomé mi libro, La Violación de Lucrecia y me dediqué a perderme en las páginas de aventuras entre Lucio Tarquino y su indecisión por poseer a Lucrecia. Fascinado con la obsesión de Tarquino por aquella mujer, me dejé consumir profundamente entre sus pensamientos.
El señor Molano era como Tarquino, tenía gran poder y lo había conseguido luchando por él, así mismo había conseguido varias mujeres de las cuales podía sentirse bastante orgulloso, sin embargo, lo que más me llamaba la atención de aquel sujeto era la costumbre que tenía de frecuentar al menos una vez a la semana un serrallo, en donde era bastante conocido y sobre todo querido por quienes allí trabajaban. Su mujer sabía de ello, pero su personalidad pasiva y siempre sometida la había hecho acostumbrarse a las desiciones que el hombre tomara, entre ellas, la de tener cierta aventura casual de media noche con una que otra mujer.
Remedios era una mujer que no parecía estar acorde entre su apariencia y su personalidad, ella era una mujer de gran estatura, espalda amplia y piernas delgadas, su rostro era adornado en cada extremo por unos ojos negros, de apariencia profunda e intimidante, como el sendero de un bosque a media noche iluminado únicamente por la luna pálida como su piel y llena de secretos como su alma. Sus caderas pronunciadas resaltaban su busto firme y elegante que formaban una silueta descarada, la cual ella trataba de ocultar con sus ropas negras y llenas de encaje, como si estuviera constantemente en luto por la mujer que precedía su posición en el hogar. Su cabello negro siempre recogido, contrastaba con su tez blanca y de apariencia fría.
El señor Molano, quien era bastante corto en estatura, parecía un muñeco de porcelana que había sido comprado para adornar el jardín principal de la casa, y sin embargo él había logrado conquistarla y hacerla suya a lo largo de cinco años.

Sin darme cuenta, mis pensamientos se fueron diluyendo lentamente entre las páginas de mi libro, hasta que al tratar de ver la hora entre el fulgor de la luz que una vela me proporcionaba, percibí su presencia, de pie junto a una pared mirándome fijamente.

—¿Discúlpeme joven, lo asusté?
—De ninguna manera mi señora, sólo me sorprendió ya que no esperaba verla aquí— dije mientras entrecerraba el libro —, ¿qué hace usted levantada a esta hora, espera la misa de gallo?
—De ninguna manera, al contrario de lo que usted piensa, se me hace bastante aburrida y tediosa la ceremonia.
—Pero de qué forma, si es algo que se me antoja podría ser de lo más llamativo para una mujer de su clase.
—Es allí donde se me hace más molesto asistir a tales eventos, siendo yo la nueva mujer del escribano, la mayoría de personas tienden a acercarse a mi por el simple hecho de encontrarme casada con aquel hombre.
—Supongo pues, que debe ser molesto el tener que atender a tantas personas con ciertos intereses ocultos.
—Ciertamente, ¿y qué lo entretiene tanto en medio la noche?
—La violación de Lucrecia
—Fascinante, me encanta Shakespeare, y sobre todo la forma en la que allí precisamente deja ver todo la sensualidad de una mujer y la imposibilidad de un hombre por obtenerla pese a su posición social.
—Por lo que veo es una mujer seducida por la literatura.
—No tanto como quisiera. A pesar de las criadas y toda las comodidades que mi marido me ofrece, es difícil poder dedicar un buen rato a la lectura de aquellos que en verdad me seducen.

La mujer se sentó en un sofá que se encontraba junto al sillón en el que yo estaba y siguió observándome, sin decir una sola palabra. Así que yo continué mi lectura sin embargo perturbado por la presencia de su figura. Al mismo tiempo que iba pasando por las páginas del libro, mi miraba se desviaba de cuando en vez para apreciar su esbelta figura; ella sabía que la observaba y después de un rato, se levantó y se ubicó justo enfrente de mi.
—¿Siempre ha sido así de concentrado en sus lecturas?
—¿Por qué lo dice? — musité yo nervioso mientras la mujer se acercaba un poco más a mi puesto.
—Pues porque es increíble que al ver una mujer como yo, sea capaz de ignorarla y continuar absorto en su libro.
—Discúlpeme si la molesto con mi silencio, pero es más una cuestión de respeto hacia la mujer del señor que me hospeda.
—No tiene usted que disculparse, es normal que a su edad no comprenda ciertas circunstancias que lo rodean.
—Siento ofenderla, pero de veras que no puedo encontrar un tema que pueda ser tratado por un joven que recién llega a este sitio.
—No me refiero a eso, pero mejor cuénteme de usted, ¿tiene alguna amante?

Sonrojado por lo directo de la pregunta, agaché mi rostro como tratando de ocultarme en el libro, que sin darme cuenta había dejado a un lado del sillón. Luego dirigí mi mirada hacia la suya y un súbito estruendo recorrió todo mi cuerpo al ver sus ojos clavados en mi, como si pretendiera adentrarse en lo más profundo de mi alma. Mi mirada, temblorosa y esquiva fue subiendo lentamente desde el libro que ya no podía escudarme, buscando algún punto en el que pudiese huir, no pude evitar fijarme en su busto que ahora se presentaba casi desnudo entre el camisón blanco el cual utilizaba aquella mujer como pijama. Distinto a sus prendas cotidianas, el camisón dejaba entre ver su pecho pálido y oculto entre las sombras de aquella prenda, me sonrojé de nuevo al notar que su mano tocaba mi mentón y sutilmente iba obligando a que mis ojos se posaran en los suyos.

—No se sienta usted intimidado por mi, tan solo pretendo que me cuente algo que entretenga esta noche.
—Bueno, la verdad es que las mujeres no han sido mi mayor pretensión y por ende, nunca he logrado una relación lo suficientemente profunda con ninguna de ellas.
—Así que les teme
—No exactamente
—Entonces no tiene problemas al enfrentarse a una
—De ninguna forma, siempre he creído que son una belleza exótica, cada una de ellas encierra un secreto valioso que sólo los hombres más tenaces son capaces de descubrir.
—¿Se considera usted un hombre tenaz?
—¿Tenaz?
—Si, capaz de enfrentarse a circunstancias poco comunes.
—En verdad sí lo soy
—Entonces no tendría temor alguno en enfrentarse a una mujer como yo, quien se ofrece para que la descubra como tal.

Sumamente sorprendido por las palabras que Remedios pronunciaba y las consecuencias que estas me traerían, decidí levantarme de mi silla. En ese mismo instante me encontraba casi que en la misma premura de Tarquino, sólo que aquí no debía decidir si mancillar el honor de una doncella, más el de un hombre que había decidido recibirme en su hogar.
La mujer con su elegancia siempre presente había comenzado a acariciar mi cabello y como si fuera a decirme un secreto, me lo ponía detrás de la oreja, acercando cada vez más su rostro al mío, entreabriendo de a poco sus labios y mirándome fijamente a los ojos. Su camisón se encontraba ya en el suelo y su desnudez frente a mi seduciéndome, incitándome a cometer aquél sacrilegio que yo tanto anhelaba. Finalmente sentí sus labios seduciendo los míos. Mis manos temblaban y entre la penumbra percibí sus senos firmes de pezones ya erectos, rozando mi pecho en ese instante descubierto por las hábiles maniobras de aquella mujer al desvestirme.
Un golpeteo constante en la puerta me sacó del transe en el que me encontraba, asomado en una ventana observé al señor Molano y mi vecino quienes habían venido por mi para luego dirigirnos a la ceremonia.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Utilidades para tramar


Desde que entré a la universidad me sorprendía de gran manera cómo algunos de mis compañeros -muy leídos y de mayor trayectoria en la academia- eran capaces de citar cada dos o tres frases a personajes completamente célebres y que han sido consolidados por la historia como seres que realmente valen la pena ser revisados.
Lo que más me sorprendía era la forma en la que su memoria les ayudaba para tales efectos. Y es que si uno se lee un ensayo, libro, novela, crítica o lo que sea de un autor y es capaz de recordar completas, dos o tres frases o máximas del texto, que sean aplicables a ciertas discusiones futuras, debo decir que ha de tener una capacidad nemotécnica extraordinaria; sobre todo si estos apuntes son acompañados de referencias tan explícitas como números de página, editorial, ciudad y sobre todo nombre del libro (aunque esto sí es fácil cuando se le tiene a la mano).
Y bueno, resulta que empecé a ejercitarme en dicho acto y luego de unos dos o tres semestres era capaz de recordar que "sólo se que nada se" lo dijo un griego, que "para ser escritor sólo se necesitan dos cosas; tener algo que decir y decirlo" lo dijo Hemingway o de Wilde y que no me acuerdo más porque las otras dos se me escapan en este instante. Que buen ejercicio llevé a cabo, el problema es que a mis honorables maestros de academia, comenzó a molestarles el que no cambiara de citas y que siempre me refiriera a ellos entre parafraseo y peor aún, sin hablar de quién era el que había creado tan magníficas máximas; así que opté por dejar de utilizarlas porque hasta yo estaba aburrido de tener que basarme en alguien más para expresar mis ideas, propias mías de mi mismo y que casualmente ya habían sido pensadas. Pero entonces mis maestros se molestaban porque yo "o estaba plagiando a los grandes autores por no decir que los estaba parafraseando o no había leído a x que ya había dicho lo mismo que yo". Esta bien, mea culpa el no conocer ciertos autores que ya han dicho lo que yo estoy diciendo, pero entonces me asaltó de nuevo una gran inquietud, cuál es el papel de un ensayista que ha de enfrentarse a un tema que ya ha sido tratado anteriormente.
Pues bien, aquí es donde radica mi problema con la academia y es que lo que mal aprendí -eso sí porque así lo quise no porque contara con malos maestros- es que un ensayo bueno es aquel que te cita montones de personas que entre menos hayas leído pero que más conozcas de oído, es mejor; si las relaciones que haces entre los textos allí citados son cada vez más distantes y poco comunes, son otros 10 puntos a tu escrito y por último, que entre más corta sea tu opinión propia original y no afectada por lo que los otros autores ya clásicos y renombrados dicen, es muchísimo mejor.
¿Y bueno, entonces cuál es el valor del ensayo?¿ Una recopilación de información de otras personas -obviamente reconocidas-, hecha para explicar algo como un manual para dummies? Osea, una compilación de citas largas que deben deslumbrar al lector por la capacidad que tiene el ensayista de trasladar oraciones completas, articularlas con otros textos y además explicarle al lector de qué forma esta información es útil para su vida académica. ¿Y el proceso creativo? ¿Eso sólo se puede ver en la conclusión donde se dice si una premisa presentada al inicio es verdadera o falsa?*




*Sobra advertir que este tipo de ensayos a los que me refiero no son ensayos de otro tipo distinto al de las humanidades en donde por más que se quiera no se pueden lograr verdades universales sino afirmaciones con mayor número de fanáticos a favor.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Últimas noticias

La semana pasada estuvo llena de noticias en el mundo entero; el papa visitó Francia, que Ingrid recibió no se que cosa por no se que labor humanitaria, que Chávez le dijo a los gringos Yankees de mierda, en fin, pero ninguna de esas noticias me impactaron tanto como la toma del parque de la 93 por parte de los desplazados y la que me sorprendió mas que nunca, ¡hay sujetos encapuchados en las universidades públicas de nuestro país que alientan a los jóvenes estudiantes a una revolución!

Todas estas noticias son de suma importancia para las personas del mundo y sobre todo de nuestra nación tan afectada por los problemas políticos y sociales, pero ninguna causa tanta conmoción en mi como las dos últimas. Y se preguntarán mis queridos lectores el por qué de la conmoción en este sujeto tan poco interesado en los demás. Pues bien, empecemos por el principio.

1-El pasado martes me encontraba yo en una EPS tratando de conseguir una autorización para una droga que se le había recetado a un familiar y como en el sitio sabían que el trámite era largo pues habían ubicado muy hábilmente un par de televisores en los cuales la gente podía hacer su espera más amena (ironía)* en fin, la historia viene a que mientras terminaba de hacer los trámites necesarios, aparecieron en la pantalla las notas informativas del noticiero RCN en donde anunciaban que desde las 10 de la mañana unos 150 desplazados habían decidido ubicarse en el parque de la 93 protestando para ser escuchados por el gobierno quien, según informaron en el noticiero, no había cumplido con los subsidios que les habían prometido para que pudieran tener unas mejores condiciones de vida. En ese momento pensé que la idea era totalmente descabellada pero funcional, por lo menos harían escándalo y eso también funciona, el problema allí era que las fuerzas militares no podían permitir que una cosa como estas se presentara en la ciudad y menos en uno de los puntos más importantes de ella, tendrían que pedirles muy sutilmente que se desplazaran a otro sitio, y efectivamente así lo hicieron; alrededor de la 1 o 2 de la tarde, la policía había entrado al parque a evacuar a aquellas personas que no podían estar allí. La cuestión no es que lo hicieran si no la forma en la que fue realizada dicha acción.
Es bien sabido por todos los que hemos presenciado pedreas, disturbios y/o eventos en los cuales la policía anti-disturbios haga presencia, que para ellos lo último que importa es el ciudadano, para ellos lo primero es obedecer una orden, y bueno, eso no lo discuto, es su trabajo y hay que hacerlo bien, pero ¿a qué costo? ¿atacando lo que se mueva? ¿echando gases lacrimógenos y perdigones a todo aquello que no tenga su uniforme?
Y bueno, dirán algunos, ¿no ve que la gente esta no quería moverse del parque? Y entonces, pregunto yo en medio de tanta ignorancia política y social ¿cuál es el problema de tener un grupo de desplazados en un sitio protestando? si casi todos los días hay miles en la plaza de Bolívar, edificios de la cruz roja y otros sitios donde piden que se les de alguna solución. ¿Sería porque se establecieron justamente en un sitio que excluye a los que no pertenezcan a la elite de la sociedad bogotana?
Y bueno, ¿al fin que pasó con aquella gente? Lo único que vi de aquella noticia fue una al día siguiente en la que hablaban de unos cuantos arrestos y de un sujeto que los dirigía y que con ello pretendía lucrarse, el cual sería investigado por las autoridades, pero bueno ¿y las exigencias de los desplazados? Habrán sido atendidas pienso yo.

2-Esta misma semana ví por televisión que habían personas que con capuchas cubriéndoles el rostro, se dirigían a estudiantes de varias universidades públicas, en un discurso bastante particular en el que llamaban a los jóvenes a tomar una posición frente a los distintos problemas que enfrenta la universidad pública y en sí la nación; un discurso en el cual se hablaba mal del señor presidente, doctor Alvaro Uribe Vélez, quien durante los últimos seis años ha venido trabajando por nuestro país, un discurso que hablaba de movimientos teñidos de rojo comunista, con tufo a selva y fusil de contrabando, un discurso que hablaba del socialismo, de la revolución y de buscar soluciones a los conflictos de un país.
De por dios, ¿qué es esa mierda? ¿qué es lo novedoso de los videos? ¿que hay encapuchados en las universidades? O lo sorprendente es ver que hay personas dentro de las instituciones que afirman un pensamiento revolucionario, socialista, de izquierda y que aman al Che.
No se que se pretendía con esta noticia, si “dar a conocer a la opinión pública, la realidad de las universidades” o presentar una evidencia de lo idiotas que pueden llegar a ser las personas que a diario ven las noticias y no son capaces de hacer simples conexiones entre una y otra, o acaso ¿a quienes ven cada que en las noticias se transmite una pedrea?
Para mi el socialismo es algo estúpidamente utópico e imposible de realizar en esta época en la que el capitalismo ha consumido el mundo entero y donde no permite que se realice ninguna acción antes que se haya que pagar por ella; pero una cosa es tener un discurso izquierdoso, mamerto y bufandoso y otra muy distinta es llamar a la gente al pensamiento crítico al análisis de la situación y a la toma de posturas frente a lo que les rodea. Uno tiene el derecho a dirigir su pensamiento hacia donde se le de la gana, a criticar lo que se le provoque y a tomar acciones frente a ello, eso sí teniendo en cuenta el tipo de acciones y como estas afectan su ideal de vida en tanto hay un contexto que es mas grande y tiene más poder.
Entonces se convierte en crimen expresar ideas y pensamientos en un país que se declara democrático y de libertad en expresión, a mi me caen mal los capuchos, los que hablan y comen de socialistas cuando no pueden dejar de vivir en el consumismo normal de la época que les tocó. Es cierto, el capitalismo nos come, nos domina y nos divierte, de no ser así ni siquiera podríamos haber perdido el tiempo revisando esta nota que solo y únicamente ha sido posible gracias a ese movimiento que tanto aborrecen algunos.
Cada quien ha de pensar lo que quiera, cada quien ha de tomar las acciones que quiera pero hay que fijarse en el entorno que lo rodea y de la posibilidad que tienen sus ideas de llevarse a cabo. La idea de una vida feliz no es la de ser sumiso y rendirse, es la de proponer los cambios a partir de lo que queremos modificar.

Buena noche.


*por favor, recuerde que la ironía y el sarcasmo son dos cosas distintas, ironía es aquello que parece absurdo que pase debido al contexto en el que sucede, como por ejemplo morir de sed en el mar. Sarcasmo es cuando se expresa algo queriendo decir lo opuesto, por ejemplo:
"Chavez ama a los gringos"

domingo, 31 de agosto de 2008

Uno más de mis ataques de léanme

"Tu y tus ataques ... de Leánme..." escribió Luisa en un comentario de la nota pasada en facebook. "Carajo si tienes razón", le dije un par de días luego mientras habábamos por messenger, si no es para que me lean entonces para qué perder mi tiempo frente a un computador que de seguro no le interesan mis ideas o cualquier otra cuestión que se me ocurra.
La idea de ser escritor es que lo lean, que le critiquen y le digan por qué no debe seguir adelante, o por qué hacerlo aún conociendo todo lo ser escritor significa, cuesta y sobre todo lo poco gratificante que puede llegar a ser; yo no se si llamarme escritor, si lo quiero ser, si vale la pena, pero algo de lo que si estoy seguro es que sea lo que sea que escriba, siempre esperaré que me lean y sobre todo que me digan por qué o por qué no valió la pena leerme.
Así que aqui tienes Fer, uno más de mis ataques de léanme con toda la intención del caso, espere que tengas tu un ataque de leer a Frank y que no te guste y me lo digas y que sea frente a todos, eso también ayuda a escribir.